Ducati MH 900 E  
                                               
                                              Montado en un 
                                                mito. La Ducati MH 900 Evoluzione es una de aquellas motos que 
                                                pasarán a la historia porque ha sido fabricada en una serie limitada 
                                                de 2.000 ejemplares y porque es magnífica. Primer experimento 
                                                llevado a cabo por Ducati, ha sido vendida exclusivamente a través 
                                                de la web a partir del primer minuto del año 2000, con el precio de 
                                                16.500 € (2.750.000 pesetas). Los principales adquirientes han sido 
                                                los japoneses, si bien uno de los ejemplares ha ido a parar a un 
                                                comprador español. Fue lanzada como concepto  bike en el Salón 
                                                de Munich 1998, gracias al éxito obtenido se ha producido una 
                                                pequeña serie. Los que se esperaban tener que ver con el maniquí de 
                                                siempre, que cuando empieza a vivir “no aguanta la carretera”, han 
                                                tenido que cambiar de opinión. La MH 900 E presenta una parte ciclo 
                                                un poco laboriosa y sin embargo apasionante, un motor con un par 
                                                generoso, un atractivo único. Por otra parte no se llamaría así: 
                                                tanto el nombre como el diseño, en efecto, proceden de la moto con 
                                                la que Mike Hailwood ganó el Tourist Trophy en 1978.  
                                                 
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                                
                                              Es fascinante a tal 
                                                punto que asombra. Muy cargada en el tren delantero, asiento 
                                                monoplaza, muy alta, deja la cabeza del piloto muy cerca de la 
                                                espléndida instrumentación cromada, compuesta de un 
                                                cuentarrevoluciones analógico con fondo blanco y un pequeño panel 
                                                digital multifunción. Para completar esta particular posición del 
                                                cuerpo están los bonitos estribos atrasados y las cavidades en el 
                                                depósito del combustible para las piernas: pocas veces nos hemos 
                                                sentido tan bien integrados con una moto. El manillar en un primer 
                                                momento entumece las muñecas, pero basta con modificar la posición 
                                                de los brazos hacia abajo para descubrir un nuevo mundo … disculpen, 
                                                un viejo estilo, con el casco puesto sobre el pequeño escudo y las 
                                                rodillas que rozan los codos, cerrados para envolver el depósito de 
                                                combustible. Es tan esencial que pareces estar sentado en el viento, 
                                                en el movimiento, en la velocidad, en el divertimiento. Y en la 
                                                historia.  
                                              Diseño 
 
                                                                                              Toda obra de arte 
                                                lleva una firma, como es justo. Esta lleva la firma de Pierre 
                                                Terblanche, responsable del Centro de Estilo Ducati, que para 
                                                  realizar la MH, acrónimo de Mike Hailwood, se ha inspirado en una 
                                                  serie realizada por Ducati en los años 70. Es una moto esencial, 
                                                  deportiva, de colección, y a la vez una moto moderna, técnicamente 
                                                  actual. Una plaquita de plata en el depósito identifica el número de 
                                                  ejemplar, una especie de nombre propio. Las formas espartanas 
                                                  presentan muchas llamadas a lo clásico, empezando por el faro con el 
                                                  cristal completamente liso hasta el cárter del aceite, que es mera 
                                                  finura estética. Hacen discutir a los apasionados los tubos de 
                                                  escape con los silenciadores que salen altos fuera del colín de 
                                                  aleta de pez; es esta, a lo mejor, la característica más vistosa, 
                                                  que gusta o no, sin medias medidas. Sin duda nosotros volveríamos a 
                                                  fabricarla así, con la excepción de los espejos retrovisores 
                                                  demasiado angulosos, único imperceptible desentono.  
                                              Mecánica 
                                              El motor bicilíndrico 
                                                de 900 centímetros cúbicos, de distribución desmodrómica con dos 
                                                válvulas, tiene la alimentación de inyección electrónica. 
                                                Sustancialmente es la misma unidad de propulsión que equipa la 900 
                                                SS, con una potencia máxima de 72 CV a 8.000 rpm. El chasis de 
                                                enrejado tiene los tubos en cromo-molibdeno, una aleación de acero 
                                                especial. Los frenos Brembo montan pinzas de cuatro pistones en el 
                                                delantero, y de dos en el trasero: delante el diámetro de los discos 
                                                es de 320 milímetros, 220 detrás. Las ruedas de 17 pulgadas poseen 
                                                llantas en aleación de cinco brazos tangenciales. Si de la 
                                                suspensión delantera se puede apreciar la generosidad de la 
                                                dimensión de los vástagos invertidos – 43 mm de diámetro, el 
                                                basculante es lo más bonito que se haya visto nunca: de tipo 
                                                monobrazo, es un enrejado de tubos redondos que no se tuerce aunque 
                                                esté sometido a un gran esfuerzo. 
                                              Comportamiento  
                                              Si 
                                               molesta un poco el reducido radio de la dirección, o el pronunciado 
                                               equilibrio del peso hacia la parte delantera, en movimiento se 
                                               aprecian las virtudes dinámicas de la Hailwood. El tren delantero es 
                                               sólido como una roca, mientras que en la suspensión trasera se nota 
                                               falta de progresión y a menudo tiene una respuesta seca. La medida 
                                               de los neumáticos relativamente estrecha no induce a desplazamientos 
                                               excesivos del cuerpo, transmitiendo a la vez estabilidad al piloto. 
                                               Ágil en las chicanas, la MH 900 E entra progresivamente en curva, 
                                               aunque no exagere en las inclinaciones. Óptimo el comportamiento de 
                                               los frenos, irreprensible el trabajo de acompañamiento de la parte 
                                               trasera. El motor tira desde bajos regímenes hasta las 8.800 
                                               revoluciones, momento en que interviene el corte del limitador, pero 
                                               es conveniente cambiar antes para aprovechar mejor la 
                                              potencia.   |